BIENVENIDA GLADYS ARMIJO

Cuando se apaga o se extingue una antorcha en un lugar lleno de sombras, la oscuridad pretende la gloria del infinito y del poder absoluto. En su sueño demente y altanero, pretende extender le penumbra hasta el último confín y aún más allá.

Hoy nos toca despedir una luz inmensa, un faro que iluminó tantos caminos que, sencillamente, ya no es posible calcular el maravilloso impacto de su herencia. La huella de su resplandor será la marca de tantos destinos, que cuesta asumir el adiós. Definitivamente, no se nos da la gana hacerlo.

Quienes dejan tanto de si en nuestro propio vivir, en el cotidiano de nuestro andar, es verdad que no se van; no es mentira que se quedan. Es real y se siente su presencia, la calidez de sus palabras, la dignidad de sus acciones, la correspondencia entre la idea y el verbo. La honestidad inquebrantable de una vida entera en el duro y escaso sendero de la consecuencia.

La serenidad y la paz de quien siempre dijo lo que pensó e hizo lo que dijo, inunda hoy nuestros corazones y hace sentir su abrazo. Así la despedida se transforma en bienvenida, y las lágrimas, en el orgullo de haberte conocido, en la responsabilidad de honrar tu memoria, de cuando menos intentar estar a la altura de una parte de tu legado.

Acompañaremos la última estación de tu tránsito amable, de esa sonrisa desbordante de humildad y ternura. De esa candidez, tan tuya, que te acompañó hasta el final del viaje y que es la viva imagen que hoy nos recorre y estremece por completo.

Hay contrastes que perturban ¿y por qué no decirlo? nos llenan de rabia. Nos sugieren, además, la clásica confrontación entre cantidad y calidad. La cualidad de recibir el respeto, el cariño y la genuina admiración de todos nosotros, es algo que muy pocos pueden merecer. Eso no hay nadie que te lo podrá arrebatar jamás.

Por el contrario, hoy lidiamos con una plaga enorme de cucarachas y ratas. Fariseos que han venido a servirse de nuestra querida Universidad, que andan por la vida ostentando sus títulos y cargos, que bien sabemos no valen nada, al igual que ellos.

Son los mismos que exhiben sus currículos sin la más mínima vergüenza y que jamás escucharon de una palabra llamada ética, mucho menos de aquella que te retrata a la perfección y que hoy pronuncio con voz fuerte y clara: dignidad. Vasallos de quien ostente el poder de turno. Sólo los menciono a modo de antítesis. Espero sepas disculparme, queridísima Gladys. No era mi intención ensuciar este momento con semejante escoria. Ya tendremos tiempo de hacer un aseo general en nuestra casa y acabar con tanta podredumbre. Ya habrá tiempo para eso. Es nuestro compromiso.

Y es que hay quienes no pueden ver un espacio abierto sin pretender clausurarlo de inmediato; hay quienes se desesperan al pensar que hay un “nosotros”, porque nunca han conocido algo más que el yo, sólo saben vivir en primera persona singular, paralizados como estatuas, monolitos del hedonismo y la autocomplacencia.

Pero también hay personas, otras muy distintas a éstas últimas, que en lugar de competir hablan de solidaridad y están dispuestos a practicar lo dicho; unos y otras, senderos hermanos que se arriman y se funden como un solo latido; una fuerza capaz de conjugar todos los tiempos en una sola voz que pronuncia y encarna el verbo, en primera persona plural. Y es en el NOSOTROS donde siempre habrá un espacio, un lugar especial, reservado para ti. Y tú lo sabes.

Por eso repito las veces que sea necesario: es verdad que no te vas, no es mentira que te quedas. Ya eres parte de nuestra historia, esa que sólo el fuego es capaz de inmortalizar realmente.

Bienvenida, Gladys Armijo.

Nuestro amor queda contigo. Y así el tuyo queda entre nosotros, por siempre.



Mauricio Labarca Abdala
(Ex Presidente del CEDIS)
Santiago, 29 de Marzo del 2008

Con muestras de arte en todas sus expresiones, los centros de alumnos de la FAU y el Centro de Estudios Criticos Urbanos, organizan un merecido homenaje a la maestra Gladys Armijo Zuñiga.

El acto se desarrollo desde el mediodia de ayer , en el patio Humbodt de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, con la presencia de estudiantes y profesores .

Se homenajeo con muestras de danza, de pintura , musica y videos recordatorios, además de testimonios de parte de familiares, alumnos y colegas sobre la vida de la maestra , sellando un compromiso de los asistentes y oradores a seguir adelante sin tranzar, con el legado de Gladys Armijo .

Gladys en el recuerdo de Salamanca:

Recientes aún las noticias del compañero Julio Villar tras su encuentro en Chile con la amiga común Gladys Armijo que remitían a salud, trabajo y renovada amistad, la noticia del fatal desenlace suscita en mi una primera sensación de incredulidad, no puede ser si apenas un par de meses antes todo indicaba proyectos de trabajo y ganas de vivir. Luego se impone la amarga realidad y un cierto mal estar y desazón ya que en los últimos tiempos mi contacto epistolar con Gladys se había relajado en exceso.

Conocí a Gladys cuando acude a la Universidad de Salamanca a realizar los cursos de doctorado. En la Salamanca estudiantil, marcadamente joven y alegre, su presencia no podía pasar desapercibida y enseguida me llegan noticias de una profesora latinoamericana entre los alumnos de doctorado. Silenciosa, reservada y despistada en sus primeros pasos en la Facultad pronto surge una mutua simpatía a medida que nos vamos conociendo y toma confianza. Mi vocación latinoamericana y mis experiencias de los años ochenta en Centroamérica allanan el camino para ir conociendo su vida personal y académica en su Chile querido.....y en el siempre duro exilio. Fue mucho lo que me enseñó sobre su país, sus campesinos, la tierra y la reforma agraria. También sobre las poderosas fuerzas que se oponen a las reformas agrarias o a los cambios sociales en Chile, en Centroamérica y en toda América Latina, debatimos y discutimos múltiples veces así como supimos también aparcar diferencias para plasmar nuestro análisis de la naturaleza y forma de acción del estado en el trabajo “La redefinición del papel del Estado en América Latina: los casos de Chile y Nicaragua”, presentado al III Congreso Internacional Multidisciplinario sobre Geografía de las Américas, celebrado en Mendoza (Argentina) en septiembre de 1994.
Sin embargo, la ponderada y suave además de bien definida personalidad de Gladys facilitó el camino para que la amistad con mi familia se alzara como el vínculo más intenso y sólido entre nosotros. La imagen de Gladys recibiéndolas con nosotros al salir del colegio es nítida en mis hijas Paula e Irene, hoy adolescentes y entonces unas niñas. Gladys, ni ellas ni Noemí podrán ya recordarme, qué sabes de Gladys, cuándo iremos a verla a Chile. Aunque ya no estas, debes saber que permaneces en su memoria. Fuiste una de esas amistades que sin saber bien por qué dejan una profunda y muy grata huella que permanece a lo largo del tiempo. Así como El Vitor de tu doctorado grabado en la arenisca de la Facultad es prueba imborrable de tu presencia en Salamanca, así permanecerás en mi, en nuestro recuerdo, Gladys.

Salamanca, 2 de marzo de 2008
José Luís Alonso Santos

Director del Departamento de Geografía. Universidad de Salamanca